Te quiero sólo para mí.. y para siempre. Aunque a veces
me canso de nuestros encuentros a cuenta gotas,
de aprovechar
al máximo el tiempo juntos sin saber cuándo
habrá una próxima vez.
Al principio me pierdo en la profundidad de tus ojos y
disfruto
enteramente de tus caricias, del roce de tu piel,
de su unión con la mía
y de la calidez de tus labios
recorriendo cada centímetro de mi ser…
sólo que
el TIC-TAC-TIC-TAC... del reloj sabe imponer su
autoridad sobre nosotros.
En los instantes que me regocijo de verte
enrollado entre mis
sábanas, con el costado de
tu rostro sobre mis almohadas impregnándolas
de tu olor, se entreteje en mí una maraña de ideas
descabelladas, y a
medida que se acerca el momento
de separarnos aparentan tener cada vez
más
sentido para mí.
No quiero esperar hasta nuestro siguiente encuentro,
la ansiedad me
desespera; no quiero quedarme
con un pedacito de tu fragancia en mi
cama,
deseo apoderarme de tu olor lo antes posible,
atesorarlo cerca de
mí y usarlo cuando
me plazca.... Aunque eso podría significar no
verte más,
¿pero qué más da? si ahora tendré
la esencia de tu ser en mis manos…
Un tierno beso me saca de tan absurda ilusión…
pero sólo de momento. Y
es que la idea de
tenerte de alguna forma cerca de mí sigue rondando,
Porque te quiero sólo para mí… y para siempre.
Atentamente,
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